Mantener un emprendimiento no es fácil y si además, nuestros socios son personas de la familia, puede suceder que algunas cuestiones sean aún más difíciles.
Por suerte, muchas empresas familiares han afrontado los desafíos similares y han aprendido a ir resolviendo los problemas de manera exitosa. En España, debido a sus características culturales, es muy frecuente montar este tipo de negocio.
Si en este momento estas pensando en iniciar un proyecto o empresa familiar, o si ya tienes una, este post te puede resultar de mucha utilidad.
¿Qué es una empresa familiar?
Una empresa familiar es una compañía creada y dirigida por más de un miembro de la misma familia. La continuidad generacional es un pilar importante a nivel estratégico. Estas empresas familiares disfrutan de muchas ventajas: el trabajo en equipo, el éxito compartido, el orgullo común de la tradición familiar y la lealtad entre sus miembros, valores todos muy importantes que a priori no se dan en otro tipo de corporaciones. Aún así, está la cara opuesta de la moneda. Los lazos de sangre no garantizan que se den las condiciones óptimas para tener un entorno laboral positivo.
Los problemas y conflictos en la empresa familiar pueden ser variados, aunque generalmente existen problemas comunes que afectan a este tipo de negocios. Esta es la razón por la que más de un 90% de las empresas familiares no llegan a la tercera generación. Si deseamos que una empresa disfrute de las ventajas de un negocio familiar y perviva para las siguientes generaciones, es necesario contar con una buena estrategia y sobre todo, conocer en profundidad, los posibles escollos que nos vamos a encontrar en el camino.
Las empresas familiares en España son un motor clave de la economía. Estos negocios tienen un crecimiento por encima del promedio y constituyen el 89% de las empresas españolas. Son el generador más importante de empleo en España. Por comunidades autónomas, tienen más presencia en Castilla la Mancha con un 94% del tejido empresarial, Murcia con un 92,5% y Galicia con un 92,4%. Por sectores, son los primarios y secundarios (agricultura, manufacturación, construcción, comercio y hostelería) en donde más se destacan superando el 80%.
Conflictos y soluciones en la empresa familiar
La gestión, el gobierno y la transferencia de una empresa familiar son las tres grandes dificultades que pueden destruir la sostenibilidad de ésta. Varios factores pueden causar malentendidos y mermar la productividad de la compañía. Los más importantes son los problemas no resueltos entre los miembros de la familia por causa de conflictos personales que pueden llegar a afectar el día a día de la empresa. A continuación analizamos, más detalladamente, cuáles pueden ser los conflictos más frecuentes y cuáles serían sus soluciones.
1. Conflictos de intereses
Generalmente estos se producen cuando un miembro de la empresa familiar desea un puesto concreto- para el cual puede o no estar del todo preparado- o intenta pasar por encima de otro miembro, sea un hermano o cualquier otro familiar. La solución es que se deben tratar estos problemas en una junta o reunión con los principales miembros de la compañía y establecer unas pautas de actuación cuidadosamente delimitadas.
2. Conflictos intergeneracionales
Estos tipos de conflictos suelen surgir muy a menudo, causando incomodidad entre los distintos miembros de la familia. El conflicto intergeneracional surge cuando una generación, normalmente la más joven, empieza a querer introducir nuevas ideas disruptivas que alteran el status quo predominante. En este caso hay que realizar un gran esfuerzo y crear una apertura en la comunicación. Considerar las propuestas que contribuyan a la mejoría de la empresa y estudiar interna o externamente su viabilidad.
3. Personal versus profesional
A veces es difícil separar los problemas personales de los profesionales dentro de una empresa familiar. Cuando no se diferencia claramente lo personal de lo profesional, se pueden crear situaciones extremadamente conflictivas. A pesar de ser uno de los conflictos más difíciles de solucionar, con buena voluntad y sentido común se puede lograr. Se trata de no llevar al terreno profesional los conflictos personales y viceversa.
4. Debilidades en la gestión
Muchas empresas familiares tienen un estilo de gestión informal. Cuando las empresas no siguen una estructura de gestión formal, con políticas y prácticas estándar, pueden surgir muchos problemas. Esto puede llagar a inhibir el crecimiento y la rentabilidad del negocio. El resultado es un techo de cristal que impide que la empresa alcance su verdadero potencial. La solución consiste en establecer una estructura profesionalizada en todas las áreas de la empresa.
5. Plan de sucesión
La planificación de la sucesión en la empresa familiar debe ser una prioridad para todos aquellos que desean transmitir su negocio a la próxima generación. En las empresas familiares este puede ser un tema especialmente sensible debido a las relaciones y a las emociones que están involucradas. La solución pasa por iniciar la planificación de la sucesión unos cinco años antes de la jubilación, asegurándose de que se involucra al resto de la familia en el proceso.
Como ya hemos señalado, la empresa familiar es una muy buena opción de negocio, no hay más que darse cuenta de lo mucho que se práctica en nuestro país. Sin embargo, es importantísimo reflexionar sobre los pros y los contras de este modelo, para no verse más tarde desbordado por los problemas que pueden ir surgiendo.