El libro preferido de los ejecutivos en el postcovid.
Resiliencia
Resiliencia, cualidad que nos permite recobrar el estado en el que nos encontrábamos antes de sufrir un acontecimiento adverso.
Hay épocas llenas de dificultades, en las que parece que la vida casi te da la espalda. Así es como muchos emprendedores y empresarios manifiestan sentirse en estos tiempos postcovid. Muchos aseguran ver el futuro oscuramente incierto y el día a día, sobrecargado de incertidumbre.
Sea como sea que nos sintamos, la realidad es testaruda y necesitamos mecanismos para resistir. Cuando sobrevivir es la regla, el ser humano tiene un instrumento infalible: la resiliencia, esa cualidad que nos permite recobrar el estado en el que nos encontrábamos antes de sufrir un acontecimiento adverso.
Y como lo que estamos viviendo ahora tiene mucho de zona de guerra, es lógico que el libro “Superar la adversidad, el poder de la resiliencia” de Luis Rojas Marcos, se haya convertido en el libro de cabecera imprescindible de los altos ejecutivos en nuestro país.
Su autor, Luis Rojas Marcos, es un prestigioso psiquiatra español muy conocido en los medios de comunicación. Nació en Sevilla y emigró a Nueva York en 1968, en donde reside desde entonces dedicándose a la medicina, la psiquiatría y la salud pública. Desde 1995 al año 2002 dirigió el Sistema de Salud y Hospitales Públicos de Nueva York.
En la actualidad es profesor de psiquiatría en la Universidad de Nueva York y también un destacado miembro de la Academia de Medicina de la misma ciudad.
¿Qué determina que unas personas sobrevivan y otras no?
Así que, dado el entorno de crisis en que vivimos actualmente, merece la pena detenerse un momento en el concepto de resiliencia. La cuestión de la que se parte es: Ante unas condiciones desafortunadas,
¿Qué determina que unas personas sobrevivan y otras no?
La clave está en lo que la psicología actual llama resiliencia: una suma entre flexibilidad, resistencia, adaptación y capacidad de recuperación, que en principio tienen todos los seres humanos, aunque no en la misma medida. Frente a ello, la supervivencia tiene cuatro venenos que nos pueden llegar a hundir: el pánico, el aturdimiento, la depresión y el estancamiento.
El autor nos recomienda en su libro que conozcamos bien nuestros mecanismos interiores y que los ejercitemos, pues “casi siempre llega un momento en la vida en que caemos en la cuenta de que estamos solos ante la adversidad. Entonces nuestra suerte está a merced de nuestros propios recursos, de lo que seamos capaces de hacer y poco más”
La palabra resiliencia procede del latín “resilire”, que significa rebotar y se ha usado desde hace bastante tiempo en el campo de la física para simbolizar la elasticidad de un material: La capacidad que le permite absorber energía y deformarse, sin romperse, cuando es presionado por una fuerza exterior, para seguidamente recobrar su forma original una vez que cesa dicha presión.
Una caña de bambú, que se dobla ante el viento sin romperse, para después enderezarse de nuevo, sería un buen ejemplo de resiliencia.
El concepto de resiliencia se empezó a construir en la década de los años cincuenta, varios investigadores siguieron de cerca la vida de personas que desde la infancia se habían enfrentado a circunstancias muy adversas.
Pediatras, psicólogos y psiquiatras, quedaron sorprendidos por niños increíblemente resistentes y adaptables, que crecían con normalidad a pesar de vivir en condiciones perniciosas de pobreza, alto nivel de patología, extremo abandono y gran violencia. Entonces, decidieron explorar metódicamente esta impresionante fuerza natural del ser humano.
En su libro, el psiquiatra Luis Rojas Marcos, parte de unos parámetros fundamentales que toda persona inteligente debería asumir para introducir en su vida personal:
- Que vivir proporciona muchas veces terribles golpes, unos previsibles y otros insospechados.
- Que el azar forma parte de la vida.
- Que lo más frecuente en las adversidades, es que uno tenga capacidad para superarlas.
Antes o después la adversidad nos tocará la puerta
A partir de estas tres premisas, y sabiendo que antes o después la adversidad nos tocará la puerta, el libro señala diferentes pilares que ayudan a superar los contratiempos. A continuación os contamos algunos de los más importantes.
- Relaciones afectivas. Tener un refugio de afecto sólido permite solventar mejor las situaciones difíciles. Lo peor: La soledad.
- La autoestima favorable. Una autoestima saludable no significa considerase invencible, sino que uno siente que cuenta con recursos internos para hacer frente a una situación. Uno cree en sí mismo.
- El pensamiento positivo y esperanzador. Lo peor que le puede pasar a uno es entrar en depresión, que no es otra cosa que la ausencia de futuro. Alejandro Dumas decía: “La esperanza es el mejor medico que conozco”.
- Los motivos que tenemos para vivir son esenciales como factores protectores durante el infortunio. En ello se basa la obra de Viktor Frankl, “El hombre en busca de sentido”.
- La explicación o el significado que damos al sufrimiento. El sufrimiento analizado con distancia se puede ver como algo necesario. Es más, cada obstáculo es una oportunidad de crecer. Si tu vida es demasiado fácil, probablemente estarás estancado.
- El sentido del humor. El humor nos salva de muchas cosas. No resulta fácil en ocasiones, pero es imprescindible.
- La disposición para compartir la experiencia con los demás. Compartir nuestro dolor supone un gran alivio psicológico. Hablar es muy bueno, muy saludable soltar lastre.
- Liberarnos del pasado doloroso y pasar página. Hay que reconciliarse con el ayer y no estar rumiando continuamente lo que podría haber sido.
En todonetworking somos conscientes de la importancia que cobran estos pilares en el mundo empresarial y lo aplicamos a nuestros grupos de networking.